jueves, 21 de octubre de 2010

Balance de las Elecciones del 3 de Octubre y nuestras tareas inmediatas



La victoria electoral de las fuerzas progresistas en las elecciones del 3 de octubre último, conquistando gobiernos regionales y gobiernos provinciales y distritales a nivel nacional, y especialmente el triunfo en Lima, pese a las maniobras del gobierno y de todos los sectores de la derecha, a las múltiples evidencias de intención de ejecutar un plan para burlar la voluntad popular, en donde están comprometidos funcionarios de los organismos electorales, muestra claramente que la voluntad de cambio empieza a crecer con más fuerza en todo el país. El triunfo de las fuerzas progresistas en Lima y en algunas regiones del país representa un paso adelante, abre la posibilidad concreta de organizar la gran victoria electoral por el cambio el año 2011.

Los resultados de las elecciones del 3 de octubre, revelan una recuperación de las fuerzas progresistas y de izquierda; también expresa una derrota de las organizaciones más reaccionarias, en particular significa una derrota del gobierno de Alan García y el APRA.

Muy a pesar de la intensa campaña desplegada por el gobierno, con la participación directa de Alan García, el APRA ha sufrido una derrota completa. Perdió en la mayoría de las regiones, sólo ganó en la región de La Libertad. En Lima su papel ha sido desastroso. Retiró a su candidato para endosar sus votos a Alex Kouri, pero ante el colapso de éste último, todas sus posibilidades electorales se esfumaron. Más aún, su derrota se torna políticamente más contundente, cuando en medio de la campaña electoral Alan García exponía con redoblado entusiasmo que las cifras económicas estaban en azul y el Perú se acercaba al primer mundo.

La situación de los otros partidos de la derecha tradicional como AP y el PPC es también crítica, los resultados electorales demuestran que hoy no son ninguna fuerza política nacional. AP es una organización política casi en extinción, aunque tuvo el consuelo de ganar en la Región Tacna y en el distrito limeño de Santa María del Mar; mientras el PPC, sólo tiene que quedarse con sus victorias distritales en Lima, ayudado por parte del electorado que ha venido respaldando a Castañeda Lossio. Se confirma que el PPC es un partido eminentemente limeño, incapaz de convertirse en una organización política con presencia nacional. Después del Apra, el PPC fue el gran perdedor del 3 de Octubre.

Si bien es cierto que no es posible medir con exactitud la fuerza del fujimorismo, en vista que no han presentando candidaturas completas en todo el país y tomando en cuenta la intensa campaña política que realizan desde hace varios años, se puede considerar que no ha logrado victorias importantes, han ganado yendo en alianza política solo en Huancavelica y Ayacucho, mientras que en Ica con su propio logo estarían peleando para definir en la segunda vuelta.

De igual manera no es posible saber el nivel de influencia que hoy tiene Perú Posible, porque tampoco han participado como fuerza nacional en todas las regiones, provincias y distritos. Ganaron en siete municipios provinciales en todo el país, quedaron terceros en algunas regiones y en Lima ganaron en los distritos de Villa El Salvador y Villa María del Triunfo. La situación de Solidaridad Nacional, es más nebulosa porque no presentó candidatos en ninguno de los distritos, provincias y regiones.

Por otro lado, las organizaciones progresistas que apuestan por el cambio, participaron de manera dividida y dispersa en gran parte del país. En vista de que no se organizó un frente político nacional progresista y de izquierda, se perdió la oportunidad de conquistar un triunfo en todo el país, que muy bien pudo haber sido la antesala de la gran victoria en las elecciones generales del 2011. Este es un serio error político que hay que reconocer.

Ante la crisis de los partidos tradicionales y la inexistencia de una fuerza política nacional sólida, tomando en cuenta el conjunto del país, los principales vencedores de las elecciones municipales y regionales del 3 de octubre, han sido las organizaciones regionales y locales.

En ese marco general de dispersión, sin embargo, se ha logrado una recuperación de las fuerzas progresistas, de esta manera se ha creado una nueva situación favorable para reagruparlas en función de los grandes objetivos nacionales. Debemos destacar los triunfos de las organizaciones progresistas y de izquierda en lugares donde hubo alianzas políticas con mayor opción como en Cajamarca, Cuzco, Arequipa, Junín, Piura y la ciudad de Lima.

La victoria en Lima tiene una gran importancia histórica y política. Ha triunfado Susana Villarán, una candidata que se ha presentado como una alternativa de centroizquierda, sustentada políticamente por una Confluencia en la que han participado organizaciones de izquierda como TL, MNI y Lima Para Todos. En respuesta a la campaña reaccionaria y sucia organizada por el PPC Unidad Nacional, Solidaridad Nacional, el gobierno aprista, los fujimoristas y el conjunto de la derecha tradicional, diversos sectores de la población de la ciudad de Lima decidieron apoyar a una opción democrática y progresista, optaron por apoyar a Susana Villarán y a la Confluencia Política que lo respaldaba. También, es necesario resaltar, que la decisión política del PNP, de apoyar la candidatura de FS en Lima, contribuyó a la victoria de las fuerzas progresistas.

Ni la propaganda derechista con rasgos facistoides, ni los evidentes planes de organizar el fraude, ni incluso las debilidades manifiestas de la candidata, expresadas con más claridad en el tramo final de la campaña electoral, impidieron la victoria política de las fuerzas progresistas y de izquierda por el cambio, contra el continuismo en Lima. Este hecho político representa un avance para el pueblo, para el conjunto de las fuerzas progresistas. Sin duda, este avance ha sido posible por la gran simpatía personal que ha generado Susana Villarán en los diversos sectores sociales; pero finalmente ha sido resultado de la conjunción del rechazo de la población a la política del gobierno aprista, al reaccionarismo y la soberbia de los partidos tradicionales como el PPC, a la corrupción que ha inundado las altas esferas de la sociedad y al avance del autoritarismo en la sociedad bajo el Alanismo. Así mismo, esta victoria ha sido posible por la división de las fuerzas reaccionarias, por la lucha intestina entre ellas, entre otras cosas, precipitada por el temor ante las rebeliones populares realizadas a lo largo del último decenio, el miedo acendrado ante la posibilidad que el Perú se convierta en unos de los bastiones del proceso emancipador que hoy se desarrolla en América Latina.
La victoria en Lima crea una nueva situación que puede posibilitar un nuevo impulso en el desarrollo de las fuerzas progresistas, genera condiciones más favorables para la recuperación de la izquierda. Pero aún no la podemos considerar como expresión clara del viraje de la población hacia una posición progresista, como un distanciamiento firme frente a las organizaciones derechistas. A lo largo de la campaña y después de ella se ha podido revelar las extremas debilidades que aún tiene la izquierda, y los problemas que hoy tiene el nacionalismo para organizar su lucha.

Es necesario tomar muy en cuenta que en estas elecciones así como se ha desarrollado una intensa campaña de la derecha en contra de las fuerzas progresistas, inesperadamente un sector que antes respaldaba a la derecha, ha apoyado a Susana Villarán, tanto por rivalidad, enojo, revanchismo, contra Lourdes Flores, como por intentos de levantar a FS en contraposición de los nacionalistas y la izquierda popular.

Lima Para Todos, en esta lucha ha cumplido un papel singular que es necesario valorar debidamente. Surgió como un intento de crear un frente amplio para participar en las elecciones municipales, y se transformó finalmente en una de las expresiones políticas de la izquierda popular, y desde esa posición participó en las elecciones del 3 de Octubre. Sin duda nuestro movimiento LPT, ha sido uno de los artífices de la victoria política de las fuerzas democráticas y progresistas en Lima, de ese modo ha contribuido con el avance del conjunto de las fuerzas progresistas.

Sin embargo, es importante observar sus debilidades, que son a su vez producto de las debilidades de las organizaciones de izquierda que participan en su seno. También no podemos ocultar que estas limitaciones se agravaron por los efectos nocivos y desmoralizadores de la división que sufrió LPT en plena campaña electoral, provocada por las ambiciones desmedidas del ex presidente de LPT Luis Valer Coronado, que lo condujo a burlarse de los resultados de nuestras elecciones internas del 30 de Mayo, a su traición a los acuerdos de LPT en la mesa de negociaciones cuando se conformaban las listas de candidatos en la Confluencia.

Superando todas esas dificultades, LPT se mantuvo en lucha y logró preservar los espacios de la izquierda popular en la Confluencia y en los otros escenarios de la sociedad, luchando en todo momento contra la campaña reaccionaria de la derecha y la voluntad sectaria expresadas por algunas organizaciones democráticas y de izquierda.

Tomando en cuenta la nueva situación política del país después de las elecciones, Lima Para Todos, en su condición de fuerza integrante de la Confluencia Política, siendo parte de las fuerzas victoriosas en las elecciones municipales, tiene responsabilidades inmediatas y tareas que asumir y cumplir.

En principio es necesario seguir denunciando en todos los escenarios los planes del gobierno aprista por implementar el fraude. Está claro que, además de la campaña política llena de calumnias y mentiras, se ha impulsado un proceso electoral de un modo anárquico, negligente y extremadamente desorganizado con la finalidad de enturbiar el escrutinio, con el objetivo deliberado de provocar una fabulosa cantidad de actas observadas e invalidas, y luego dejar los resultados en las manos de los JEE, en las instancias burocráticas de los órganos electorales. Se pretende doblegar la voluntar popular en mesa en vista que no se puedo lograr el triunfo de la derecha el mismo 3 de Octubre. El rechazo y las denuncias de diversos sectores sociales y políticos, ha neutralizado estos intentos fraudulentos. Sin embargo, no debemos bajar la guardia, debemos estar vigilantes, luchar hasta la culminación del conteo de todos los votos; además, es una manera concreta de oponernos a los probables planes de fraude para las elecciones del 2011.

LPT, asumiendo sus responsabilidades con el pueblo, está obligado a asumir una conducta vigilante frente al proceso de la transferencia de la gestión municipal. De manera clara debemos exigir a la compañera Susana Villarán y a los demás miembros de la Confluencia, a estar muy atentos ante el probable sabotaje de la derecha y la extrema derecha, y así mismo, debemos exigir que esta transferencia se asuma colectivamente, con la participación de todos los integrantes de la Confluencia.

LPT, en coherencia con su prédica y praxis unitaria realizada en la campaña electoral, debe desarrollar una lucha prudente pero firme, para que se instaure de manera efectiva un gobierno municipal democrático y transparente. Su materialización, debe expresarse desde ahora, en la transferencia de la gestión municipal, en la ejecución de las primeras medidas dictadas por la nueva administración municipal, y en toda la gestión que se abre a lo largo de los cuatro años hasta el 2014. Enfrentando las nuevas situaciones, de diversa índole, LPT debe asumir plenamente la responsabilidad política de luchar por implementar un programa de gobierno por una Lima democrática y civilizada, socialmente más incluyente, con participación ciudadana y el protagonismo de las organizaciones sociales.

Así mismo, en esta coyuntura de transición entre las elecciones de Octubre 2010 y Abril 2011, es necesario desarrollar una lucha indesmayable por contribuir con la forja de la unidad mas amplia de las fuerzas progresistas, por la forja de un gran frente democrático y patriótico, sobre la base de la alianza política entre los nacionalistas y las organizaciones de izquierda, y la participación importante de otros sectores democráticos y progresistas. LPT, como una de las expresiones de la izquierda popular, tiene como uno de sus objetivos fundamentales la lucha por la conquista de un Gobierno Democrático y Patriótico.

Hoy, las grandes mayorías nacionales, los trabajadores del campo y la ciudad, los pequeños y medianos productores, algunos sectores empresariales empiezan a apostar por el cambio, van comprendiendo que las políticas neoliberales benefician casi exclusivamente a las grandes transnacionales y al gran capital nacional. Dicen no al saqueo de nuestros recursos naturales y la profundización de la brecha social entre ricos y pobres. No a la criminalización de la protesta social y la profundización de la corrupción en las altas esferas del estado y el gobierno. No a las políticas de segregación cultural y no a esa política de exterminio de las comunidades nativas andinas y amazónicas, para imponer los intereses de la voracidad de las transnacionales.

Frente al continuismo neoliberal que se aplica desde los años 90, hoy crecen las fuerzas por el cambio, por una nueva política económica, por una industrialización mas integral de nuestra economía, haciéndola en armonía con el medio ambiente; por rescatar la soberanía nacional y peruanizar a nuestros recursos naturales como el gas; por la erradicación de la corrupción en todos los niveles del Estado y la sociedad, por la defensa de la vida y el trabajo digno, por los derechos laborales y sociales fundamentales; por una nueva constitución y la formación de un Estado Democrático, Patriótico, Soberano, Plurinacional y Multicultural que demandan las mayorías nacionales.

El Movimiento Político Lima Para Todos, asumiendo su responsabilidad política, debe llamar a la unidad más amplia de todas las fuerzas democráticas y patrióticas, nacionalistas y de izquierda, para formar una gran alianza política y social para derrotar a las fuerzas neoliberales en el 2011 y conquistar un gobierno democrático y patriótico.

Hoy la tarea más importante de las fuerzas progresistas es luchar por conquistar un Gobierno y Democrático Patriótico: que exprese la unidad más amplia de todas las fuerzas sociales y políticas. Impulsando la movilización del pueblo, sus luchas inmediatas, enarbolando sus reivindicaciones más sentidas, debemos preparémonos para ganar las elecciones generales del 2011.

Por todo ello, LPT debe llamar a los líderes nacionales de las fuerzas democráticas y patrióticas, a los partidos nacionales de izquierda y al nacionalismo, a los liderazgos regionales y locales progresistas, a los líderes del movimiento social, a los sectores democráticos progresistas, a la intelectualidad avanzada, a la juventud progresista, a formar una gran frente por una gran unidad, para construir una alternativa política y programática, para luchar por la conquista de un gobierno democrático y patriótico, que se comprometa a realizar las grandes transformaciones que el pueblo reclama.

Finalmente, con el propósito de asumir las responsabilidades políticas frente al Gobierno Municipal Metropolitano y las tareas en los Municipios Distritales, con el objetivo de participar activamente en la lucha por la unidad de las fuerzas progresistas preparándonos para las elecciones de abril 2011, el Comité Ejecutivo Metropolitano de LPT hace un llamado a realizar todas las evaluaciones necesarias, tanto en las reuniones de base como en las asambleas generales, y finalmente convocará a la brevedad posible, a un gran evento para definir el futuro de LPT, nuestra posición frente al proceso de unificación de la izquierda y la unidad del conjunto de las fuerzas progresistas, y nuestra posición más concreta frente a la elecciones generales del 2011.

José Salazar
Coordinador de Turno
Gustavo Retes
Sec. Organización
Inés Rodriguez
Sec. Programa
Enrique Pastor
Sec. Colegiado
Fidel Rios
Sec. Economìa

Comité Ejecutivo Metropolitano
Movimiento Político Lima Para Todos

Octubre, 2010.